lunes, 5 de diciembre de 2011
Encerrada en la cueva de concreto, una visión aparece, se te acerca y te confunde, te sonroja y te aterriza, invadiendo tu soledad y derritiendo tu frialdad, una sombra fuera de foco, desmembrada y sonriente, que sin más indaga en tu vida y se vuelve un pilar, un hombro y una palabra, y no hay nada que haga más feliz a una vieja silla que cobijar los lamentos de quien lo necesita.
Feliz cumpleaños Feña n.n!
viernes, 2 de diciembre de 2011
Energías en tránsito
Una mano emerje de entre las nubes ámbar y toma al naciente entre sus brazos, lo acerca a su pecho y le besa la frente con unos labios carmesí de pasión hirviente, esperando el nacimiento de un perfecto a su lado.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Sorpresa sorpresa
Ella estirando una mano hacia el cielo, y una tocando la tierra, recordando que aún vive.
Ella... contando las lágrimas en un reloj de arena que no gira.
Él. Él con las manos estiradas en todas las direcciones, intentando sujetar existencias.
Él mirando con la sonrisa amplia y el pecho regado de lágrimas plagadas de risa.
Él... mirando hacia el rincón donde sus manos no alcanzan.
Ellos, fijos como extraños familiares, mirando el mismo punto vacío donde ambos se encuentran.
Ellos espalda con espalda, sabiendo que ambos existen sin quere dar la vuelta.
Ellos... contando los segundos para saber quién hará el primer movimiento de su ajedrez vertiginoso.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Piscinas
miércoles, 23 de noviembre de 2011
A la luz de las cortinas
Y sin más despiertas nuestro sueño caótico, inconexo, hasta el fin de los pecados y el comienzo de tus labios.
martes, 22 de noviembre de 2011
El Octubre
Sólo, no es algo nuevo para él caminar sin compañía, pues a su lado está su sombra, fiel guardiana de su averno.
Envuelto en la nube de sus pensamientos, no siente ya soledad alguna.
Se detiene.
Fijo en sus ojos, el reflejo de un mendigo se hunde en su silencio. Segundos pasan, minutos, horas, el fin de los tiempos… es difícil medir cuánto dura un vacío.
Y al fin, una voz se escucha.
- Qué miras, oh señor que ronda sin destino. – dice con tono desafiante el mendigo-
- La decadencia, pues eso es todo lo que refleja tu pobre existencia.
- Hablas de decadencia como si supieras lo que es, como si en ti todo existiera, como si la razón habitase en tu palabra. Pues yo me opongo a ti, oh sabio de la noche, pues en tu interior no habita más que soledad. No expreses con ligereza que existo en la decadencia, si no eres capaz de reconocer la tuya.
- Hablas como un sabio, siendo que te veo abandonado en esta sucia calle. ¡Mírate!, vives entre perros y basura y me hablas desde las nubes. ¿Qué eres capaz de decirme que valga mi tiempo escuchar?
- Soberbio eres, caballero sin rey, y tus palabras fluyen en un torrente sin freno. Pero calma, pues la serpiente que ataca sin pensar puede morir por su propia ponzoña.
- ¿Qué hace un gusano hablando de serpientes? Habla y di lo que debes decir, pues la paciencia no es una de mis virtudes.
- Aplaudo tu coraje, joven de arcilla – Dice el mendigo con tono sublime –, y si tanto ansías mis palabras, primero desinfla tu pecho, pues el orgullo es fuerte escudo, pero frente a mi solo será una carga.
- ¿Me pides acaso que me humille ante ti? ¿Que me arrastre? ¿Que me rebaje a tu nivel sólo para escuchar lo que dices que no sé? ¿Qué podría darme un pordiosero como tú que yo ya no posea
- Puede ser que mis bolsillos estén vacíos, pero no es lo único que poseo. Tú estás embarcado en una búsqueda interminable, pero buscas donde no debes.
- ¿Cómo sabes que busco algo?
- Todos buscan lo mismo… la verdad. Buscan respuestas, buscan significados para su existencia, un sentido a sus palabras y una dirección para sus pasos. Y tú no eres la excepción. Pero te lo advierto, la verdad no existe o más claramente, no existe una verdad. Son tantas las verdades como personas existentes. Un niño al que le enseñas que robar para vivir es bueno y justificable, esa será su verdad, pero no la verdad del común de la gente. Entonces si yo te digo que soy más rico que tú, ¿serás capaz de justificar que no lo soy?
- Si lo que dices es lo que crees, pues no podría negarlo.
- Comienzas a entender. Un gran rey no es grande por la finura de sus joyas, por lo fastuoso de sus ropas o lo laureado de sus frases. Si consideras que eso es lo que hace rico a un rey, es por que crees en su verdad. Pero mírate a ti mismo y pregúntate, ¿cuál es mi verdad?
Yo soy lo que soy por que así decidí serlo, y si bien mi piel está cubierta por harapos y mis manos se curten con un frío inclemente, mi corazón y mi mente arden con las llamas de mi verdad.
Soy el más rico de los ricos, si así mi voluntad lo cree, y si bien ahora muriese, sería por que he decidido no continuar.
- ¿Cómo es que entendiendo tanto no te has mostrado al pueblo como el sabio que eres?
- Hay quienes nacen en el mundo solo esperando morir. Mi sabiduría es para quienes viven la vida plenamente, o buscan hacerlo.
- Antes que nada, dime, ¿cómo has aprendido tanto?
- Respóndete a ti mismo antes de hacerte mas preguntas, y no busques respuestas en quien crees que las tiene, pues la verdad a la cual aferrarse existe solo en ti.
El alba quebraba la noche cuando el mendigo pronunció esta frase. Ambos se miraron por unos segundos. Luego, respondí.
- El sol se acerca, debo retirarme. Antes de perderte, dime ¿quién eres?
- No soy nadie y soy todos. Sólo soy uno.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Como aviones de madera
martes, 15 de noviembre de 2011
Lo que me pasó anoche
Fui al kiosko y me compré un chocolate. Lentamente me acerqué a ti y te toqué el hombro. Me miraste con una cara tranquila, con los ojos vidriosos pero sin señal de llanto.
- Toma, quiero regalarte este chocolate.
- ¿Por qué?
- Por que un chocolate siempre ayuda a levantar un poco el ánimo. Sé que en este momento es difícil comprenderlo, y da pena y rabia que pase, pero soy creyente de que todo lo que ocurre es para mejor.
En ese momento un "gracias" y una lágrima se asomaron al mismo tiempo. Nunca te había visto, y quizá nunca te volveré a ver, pero si el destino cruza nuestros caminos otra vez, quisiera conocer tu sonrisa
martes, 8 de noviembre de 2011
lunes, 7 de noviembre de 2011
sábado, 5 de noviembre de 2011
Para leerlo en un año mas
Me duermo tarde todos los días
Despierto tarde todos los días
Estudio poco
Desayuno un par de veces a la semana
No cuido mucho mi físico, pero no me considero gordo =P
Como poco, apenas el almuerzo y algo en la tarde
Como sano, excepto ciertas ocasiones
No tengo polola
Tengo un Notebook Lenovo 3000 N200
Tengo un celular Samsung que me regalaron mis papás
No tengo reproductor de música
No tengo consola de juegos
Soy jugador de WOW, relativamente dedicado
No veo tele casi nunca
No leo diarios ni revistas
Leo un par de libros, parceladamente
Soy de pocos amigos, pero buenos
No carreteo mucho
No fumo (nada)
No tomo para emborracharme
El 90% de la música que escucho es Eurobeat
y no se que mas agregar, seguramente omito cosas o no quiero agregarlas, pero bueno, ya veremos que pasa en un año ;D
martes, 1 de noviembre de 2011
Obra Maestra
Llegue y ya no estabas. Lástima.
Sabía que debía tardar menos en vestirme, en practicar frente al espejo mis palabras, en escoger las flores perfectas y correr al edificio. Ya no importa nada de eso, quizá fue la última y la primera vez que te vi, pero fue lo suficiente para componer un réquiem a nuestro amor imposible.
Perdóname por no decírtelo, por seguir tus ojos en la multitud, por amar tu aroma, por desearte entre mis brazos. Ese salón será el recuerdo inmutable de nuestra pasión, de mi deseo desbordado como ríos de perfume, del recogimiento y la lujuria que provocaste cuando tu mirada encendida quemó mi alma y la hizo suya.
He vuelto aquí cada día solo con la esperanza de encontrarte otra vez, pero minuto a minuto mi esperanza como hojas de otoño se marchita y muere, y vuelve a florecer en la primavera de una nueva alba radiante, siguiendo el sol de tu recuerdo.
Tus manos finas, tu figura de seda, la gracia de tus movimientos y la delicadeza de tus ojos, todo tan vívido como aquel día, existente solo para mi mente, guardado en el rincón de las cosas mas sagradas.
Sólo lamento nunca haberme acercado, no haber dicho lo que tenía que decir por miedo al rechazo, y nunca haber oído la armonía de tu voz.
Luego de ese día, esta galería se ha vuelto cada vez mas vacía.
jueves, 27 de octubre de 2011
Un Tornado
Un hombre se sienta en una piedra, en la cima del mundo, y en un momento se deja caer. Cae, cae, cae, pero no hacia el suelo, no cae hacia abajo, tampoco cae, simplemente está suspendido en el aire, tranquilo, en paz, pleno... El hombre mira hacia abajo, pero no es abajo, es arriba, a los lados, a todos lados, mira dentro de su alma y fuera de ella, ve al mundo, a la vida, ve todo, es todo, se funde con la totalidad del universo y vuelve a su cuerpo, que ya no es tal... recuerda su vida, recuerda un arbol, la brisa, un pajaro, el sol brillante de una mañana lluviosa de verano, siente cada gota de lluvia caer en su cabeza, cada lágrima de gozo caído del cielo correr por su cara, por sus mejillas, y se da el gusto de saborear una gota, dos gotas, cientos, miles, llenarse del torrente, alimentar la sed de la vida, adoptar la vida como tal. Se levanta, camina por la lluvia, siente el pasto bajo sus pies, siente las raíces, la tierra, el pulso de la vida cada vez mas apresurado, rapido, rabioso, horrible. Recuerda, recuerda... ser un hombre atrapado en una caja, una caja junto a muchas otras, una sobre otra, bajo otra, a los lados, el llanto y los gritos son todo y nada, nadie grita ni llora, no hacia afuera, hacia adentro. El no... el llora y grita con toda su voz y todos sus sentidos y rompe su caja. Mientras llora llega hacia el fin del camino, a la Gran Puerta, aquella que se nos abre pero no queremos abrir, aquella que nos ofrece todo y nada, que nos dice si y no, pero no es la Gran Puerta la que nos lo impide, sino la pequeña aprisionada en nuestro pecho. El se decide, mira hacia atrás y no hay nada, mira hacia arriba y no hay nada, mira a los lados, abajo, derecha, izquierda... nada, solo el frente a la Puerta. Siente el vibrar desde la planta de sus pies, recorriendo sus piernas, su sexo, su cadera, subir por su espalda, moverse hacia sus manos, y en un súbito golpe, un grito de existencia rompe por su garganta y la Puerta se abre. Ahora puede hacerlo todo, el verde y azul se funden al blanco de sus ojos, le dan color, le muestran todo. Ahora puede sentarse bajo un arbol, caminar por la tierra y lanzarse desde la cima del mundo, sin miedo, ya nunca más...
martes, 25 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
viernes, 21 de octubre de 2011
Perfect
Perfect - Smashing Pumpkins
jueves, 20 de octubre de 2011
Cuando pase el temblor
La tierra y el cielo se movían al unísono, las exclamaciones e improperios iban y venían, mientras los jadeos luchaban por escapar. No se quién era la que se movía, pero tratábamos de terminar esta loca empresa antes de que todo se viniera abajo. En un momento todo terminó, cerré los ojos, sentí el ron en mis venas y el reloj de la muerte aceleró su marcha atrás.
lunes, 17 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
Al vapor
jueves, 13 de octubre de 2011
martes, 11 de octubre de 2011
Un clavo y una vuelta
lunes, 10 de octubre de 2011
viernes, 7 de octubre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
Y así...
"... tras él, desesperadamente, pero no pude alcanzarlo. No importa, ya vendrá otra micro"
El Último Pasajero
“Nah’ mi cabro, no se urga, si too en la vida pasa, incluso la misma vida. Uté no sae cuando le llega la pálida y ¡zaz!, le arranca el cabro chico de las manos y se lo lleva onde tatita Dios”
Un leve temblor en la voz me hizo tiritar el corazón. “Muchas gracias mijo, que Dios lo bendiga” y se bajó en el paradero.
Ya van dos meses y lo he visto crecer, antes era un simple cantante para mí, pero últimamente hemos trazado cada vez más palabras simples, pequeñas conversaciones cotidianas. Tiene 51 años y le dicen “el uñeta”, siempre toca con una guitarra remachada y vieja y su voz ronca y rasposa que le da algo de gracia a ciertas canciones. Aún puedo recordar el último día que lo vi. Fue en el paradero 14 de la Gran Avenida. Ya era de noche y me pareció raro que aún estuviera cantando. “Hay que juntar lo último compare, mañana me voy a la playita con mi mujer pa pasar unos días relajados”. Disfrutaba “Era en Abril” cuando abordó por la puerta de en medio un joven con claras intenciones. Sacó un cuchillo carnicero de su polerón y nos amenazó a todos para entregarle nuestras pertenencias. Me puse pálido, pensé en mi mamá, mis hermanas y mi polola. Y en ese momento solo pude oír un grito de mujer, una frenada, un guitarrazo y un suspiro que se me quedó grabado en el alma.
Aún llevo una astilla que me recuerda que un simple desconocido que alguna vez miré con desprecio fue capaz de salvarme.
Ahora se sube un cabro que toca armónica super lindo, y nunca olvido darle cien pesos y una sonrisa.