viernes, 21 de septiembre de 2012

Frío de septiembre
la luz del cielo brilla y se cierne
en el humo constante
el polen y el polvo

Y te hundes en recuerdos
primavera tempestuosa
agotas los suspiros y los deseos
el carbón de los hermanos

Todos quieren algo más
vino vino y se fué
ya no quiero buscarte de nuevo
Risotto para uno...
Ellas
ellas buscando al príncipe mendigo
al justo ladrón
al honesto mentiroso
queriendo al buen gitano

Aventuras aburridas
y deseos realizados
esperando al tiempo perdido
sin razones para amar
al odio que se gesta

Él
él queriendo crear princesas
dar palacios de papel
y halagos del corazón
escritos en sangre

Ellos
desconocidos por siempre
hilo que une las almas
rojo fuego que lo quema
sin piedad arde en silencio
arde, arde, carbón blanco
Marea roja avanza
impávida, inclemente
impresiona la retina del mundo
espera las olas congeladas
de fuego y hambre

Sobre las nubes te quemas
y detienes el tiempo
bajo tus pies descalzos, bailas
arriba, abajo, muerto
respira una vez más

Al temor aleja
al dolor abraza
y retira el pánico de tus manos
puedes ahogarte en sonrisas
sin ser escuchado

martes, 4 de septiembre de 2012

Busca al aire
con un grito en llamas
tendido sobre las camas
las perdices tristes lloran

Ante la brisa del silencio
el inocente puede vivir
sin el miedo de servir
al monarca de los robles

Al caer la noche noble
al morir en los cristales
siembra simple tus rosales
sin espinas, sin temores

Descalzo vagas por el puerto
gritas, lloras, todos ríen
y feliz caes en nubes
y ensueños tienes miles

Puedo ver tus ojos tristes
y ahogarme en tu sonrisa
caminar al fin sin prisa
y mirarte ser feliz

Déjame llorar tranquilo
asolearme en el ocaso
afirmar al fin el paso
sin fijar el rumbo libre

Terminar en tus suspiros
y vivir por fin tu ausencia
sentir en tu piel la ciencia
del amar hasta el ocaso

Es extraño no sentirte
rodeado de sonrisas
sentir en el pelo las brisas
del mundo girando abajo
Siendo títeres del destino
jugamos a ser libres
decidir, pensar
caminar al alba y dormir en el ocaso
de la vida rutinaria

No vueles, no puedes
el karma te llama
te quema en abrazos fríos
de pensares acabados
y reacciones necesarias

Busca a quien comparta tu vida
tu soledad, tus lamentos
los gritos simples llaman a otros
los perfectos se reúnen

Desde los rincones observan
envidiosos del destino
sin espera del gran cambio

No me busques, no te encuentres
no busques en los muertos a quien vive

Muñecos del destino
Con el alma en un hilo
aguardo la llegada
de la palabra deseada
cual de pasiones mendigo

Con las horas contadas
en la sombra espero
con el mayor esmero
sin respuestas concretadas

Al cielo grito silencios
cual titán enfurecido
mas se burla enmudecido
de mis deseos violentos
La luz de la luna me llama
hacia el álgido polar de tus brazos
me aproximo con tímidos pasos
te aguarda un lugar en mi cama

Sin brisa, sin viento espero
el deseo del duende burlesque
que agita furioso su vesque
salvarme de soledad quiero

Y así las montañas claman
al feliz naciente umbrío
sonriente abrazo el frío
pues espero a quienes aman.
El amor es lo más parecido a Dios que he encontrado hasta ahora. Muchos creen en el, pero nadie lo ha visto, muchos dudan de el y lo consideran innecesario, pero en el fondo lo desean, muchos lo han tenido y se han desencantado de el, muchos lo consideran la mayor fuerza del universo. Ahora creo que entiendo la afirmación de "Dios es Amor", aún así me considero agnóstico de ambos.
Perderme en el mundo
y buscar el aliento
llorar a la pérdida
del preciado momento

Quererte al borde
del abismo brillante
sentir que no mueres
en cada instante

No quiero saber
que en mis sueños estás
más entre las olas
te pierdes, te vas

Dos segundos

"... fuiste capaz de soltarme, ya estaba en otro lugar"

Instantáneas

"... y al primer mensaje, supe que quizás, quizás, eras la indicada"

Brillos

"cegados por el sol, los cachorros se alejan del seno para volverse cuadrados eficientes"
La soledad. ¿qué es exactamente la soledad? Algunos pueden pensar en ella como un refugio, otros una tortura, una respuesta, una pregunta, muchas preguntas, el ir y venir, volver, dar vueltas en lo mismo. No levantarte de tu cama, mirar la ventana al horizonte, las montañas envueltas en recuerdos que nunca volverán. No esperes que otros vengan a sacarte de tu propio abismo, todos cavamos nuestra tumba con las manos y la llenamos de palabras de rabia y dolor, nos disculpamos con nosotros mismos, nos perdonamos, nos amamos, luego nos olvidamos y botamos todo, partimos tras aquello que nos dejó un hálito de compañía, que hizo que perdiéramos la individualidad de la soledad, aquella tortura dulce que nos acompaña día a día, desde la rutina a la cotidianidad, cuando puedes y no quieres, cuando quieres y no haces, cuando haces y no es suficiente, ese momento es cuando debes tirar la moneda, mirar al cielo y comenzar a correr sin saber dónde quieres llegar, dejar la hoja al viento esperando que caiga en la mano de quien sepa leer su real significado, traducirlo y llegar a tus brazos abiertos con el deseo de hacerte compañía, ahora y siempre.